Esta historia me la contó el abuelo de mi esposa.
El señor fue un doctor que ayudó a mucha gente hace muchos años, regalandoles la consulta, la medicina y aveces les daba dinero.
En su juventud, me conto que tuvo muchas novias, pues fue un gran hacendado medico, pintor, fotógrafo y de mucho respeto.
Dice que conoció a una joven y se hicieron novios, salían y al paso del tiempo hubo intimidad, pero había algo raro en ella que a él abuelito le daba curiosidad.
Aún recuerdo su cara cuando me lo conto, ella nunca se quitaba los zapatos que eran tipo botines, un día, después de la intimidad el señor no aguanto, y le quitó los zapatos, asombrado vio que la dama tenía patas como de cabra.
Cuenta el que ni bien agarro su ropa y salió corriendo para no buscarla jamas, igual forma ella jamas se volvió a encontrar con el. Aún recuerdo su cara de asombro cuando me contó esa anecdota de su juventud.
