La lechuza ~ Mundo Espiritual Y Salud

viernes, 29 de mayo de 2020

La lechuza

La lechuza

Les voy a contar una experiencia muy horrible que me paso hace algunos años y que hasta la fecha me da pánico recordarlo.
Cuando nos mudamos con mi esposo a un pequeño pueblo de México tenia a penas 7 meses de embarazo, mi esposo había conseguido un pequeño apartamento de 2 pisos, muy amplio y sin duda muy acogedor, la señora que nos vendió la casa era una ancianita; que vivía a unos metros de la casa que estaba vendiendo, el paso del tiempo había dejado su marca en ella, pues su pelo era totalmente blanco y las arrugas en su rostro eran mas que notorias, me daba un poco de pánico su aspecto, pero ella era muy amable y eso me hizo creer que era una buena persona.
Al notar que estaba embarazada se me quedo viendo y al darse cuenta que yo la veía, me miro fijamente a los ojos y sonrió de una forma muy rara, tratando de ocultar su encanto por mi enorme barriga, acercándose a mi me dijo con toda amabilidad:
--¡Ya pronto serán tres!
--Así es, en unos meses nacerá nuestra pequeña Qandeel.
--Que hermoso nombre tendrá, solo te pido que la cuides bien, ya que por estas zonas abundan las brujas y todas las noches van en busca de recién nacidos para poder saciar su hambre.
Yo me quede impresionada y queriendo saber mas del tema le pregunte:
--¿Alguna vez a visto a una?
--Son difíciles de ver, pues muchas veces se convierten en animales.
--He escuchado de eso, pero se ve que aquí es un lugar tranquilo.
--Pues no confíes tanto, porque no sabes si alguna de tus vecinas es una bruja y no descansara hasta llevarse a tu hija.
Al ver que se acercaba mi esposo, me sonrío por ultima vez y se pusieron a hablar del tema de la casa, cuando terminaron, por fin entramos a nuestro nuevo apartamento y le comente a mi esposo lo que la anciana me había contado, el muy lejos de creer, empezó a reír y a decirme que esas cosas no existían y que no me preocupara.
en un principio pensé lo mismo, pero con el pasar de los días las cosas fueron cambiando, a nuestra ventana todas las noches se posaba una lechuza que me quitaba el sueño con su horrible canto, lo raro es que yo era la única que lo veía y al escucharlo chillar, la niña que estaba en mi vientre empezaba a moverse como indicándome que el peligro estaba cerca.
Todas las mañanas le contaba a mi esposo lo difícil que se me hacía dormir por culpa de aquella lechuza, su preocupación se notó en su rostro y antes de que las cosas empeorarán me entregó un arma que había comprado y que hasta el momento no había usado, lo mire fijamente.
--Creo que estas exagerando, no es cosa de otro mundo que una lechuza se pose en nuestra ventana todas las noches.
--Tal vez no lo haz notado, pero varias noches me he quedado sin dormir y siempre te he visto asomándote a la ventana como si alguien te llamará.
--me asomo a ver a la lechuza que no me deja dormir...
--Cariño, siento decirte que ninguna lechuza se posa en nuestra ventana.
--Claro que la hay, anoche la vi de nuevo...
--¿piensas que no me preocupa esa tu actitud? llevo una semana intentando escuchar esa lechuza y sólo te he visto a ti pegada a la ventana, observando hacía la nada.
--¿Crees que me estoy volviendo loca?
--Me temo que si, por eso toma este arma y en la noche intenta matar a la lechuza que dices ver.
--No haré tal cosa, es peligroso.
--Peligroso es dejar que esa lechuza se apodere de ti.
--¿Que quieres decir con eso?
--¿Ya se te olvido lo que te contó la anciana?
--Pero tu mismo me dijiste que esas cosas no existían.
--Tal vez en la realidad no, pero en nuestra mente si y eso te está afectando en la vida real.
No quise discutir más, tome el arma y espere hasta la noche para poder usarla, mis manos temblaban, sentía que me estaba volviendo loca, la niña en mi vientre no dejaba de moverse, sentía como sus piecitos se agitaban de un lado para otro, provocándome una sensación extraña.
cuando por fin llegó la noche, mi esposo se posó a la ventana y juntos observamos una hermosa Luna llena, saber que No estaba sola me daba tranquilidad, nunca había utilizado un arma pero esa noche no había otra opción, si dejaba las cosas como estaban está historia tal vez hubiese sido diferente y no había quedado nadie para contarla...
Exactamente a las 3:33 de la madrugada, la lechuza se posó de nuevo a nuestra ventana, la vi claramente, sus enormes ojos oscuros y fríos casi penetraban en mis huesos, abrí la ventana y sin que se lo esperará, saque el arma y dispare...
Un Chillido como salido del infierno se hizo escuchar por toda la casa, mi esposo se levantó deprisa y me abrazó, justos vimos como una especie de murciélago enorme se tambaleaba por los aires, haciendo chillidos escalofriantes, se dirigía hacia la casa de aquella anciana.
Esa noche no logramos dormir, el rostro de ambos demostraba asombro, era difícil describir lo que había visto, pero esta vez estaba segura que mi esposo también lo vio y estaba asustado por eso.
en la mañana muy temprano nos llegó la noticia de que la anciana se estaba muriendo, mi esposo se emocionó al escuchar eso:
--Justo lo que sospechaba, aquel horrible animal no es nada menos que la anciana.
--¿Como puedes decir eso?
--No es coincidencia, si aquella lechuza chillo es porque lograste herirla, si la anciana está muriendo es porque ella fue quien recibió el disparo.
--Ni siquiera sabemos lo que le pasa a la señora.
--¿Que te parece si vamos a verla?
--No se me hace necesario.
--¿Tienes miedo?
--No, pero prefiero no salir después de lo que pasó anoche.
--Bien, quédate en casa, yo iré a ver lo que tiene la anciana.
Me quedé encerrada en mi habitación, la mañana estaba nublada y le daba un toque tétrico a la situación, abrí la ventana para que entrará el aire fresco, cuando de pronto sin que me lo esperará entro un gato negro que se subió a la cama en busca de mi atención, estaba a punto de acariciarlo cuando a toda prisa entro mi esposo a la habitación diciendo:
--No toques a ese gato..
el gato soltó un chillido desagradable antes de salir, yo me quedé sin decir nada, mi esposo trataba de recuperar la respiración, incrédula le pregunté:
--¿Que a sucedido?
--No estaba tan equivocado, la lechuza era la anciana.
--No me asustes.
--Es cierto, pero cometimos un error.
--¿Un error? como es posible.
--La anciana me confesó su secreto, me dijo que ella te cuidaba todas las noches del gato negro, pero ahora que ya estaba a punto de morir, Será difícil alejar al gato.
--¿Y que tiene de malo el gato negro?
--Es una bruja y Quiere a nuestra niña.
-¿Qué haremos ahora?
--La anciana me dejó un rosario, me sugirió que la cargaras siempre y que la llames cada vez que te sientas en peligro.
--¿Un rosario? prefiero que la anciana me acompañe desde ahora en adelante.
--Será imposible.
--¿Tan grave está?
--Me dejó el rosario antes de morir.
--¿Qué? ¿Entonces como nos va a ayudar?
--Este rosario no es como los otros, tiene un poder sobrenatural.
--¿Sobrenatural?
--Vi el alma de la anciana entrar en el.
--No es posible, esto no es real, creo que estamos siendo muy supersticiosos.
--No, está noche vendrá el gato de nuevo y no descansará hasta llevarse a nuestra niña.
--Pero ni siquiera a nacido.
--No importa, no descansarán hasta tenerla.
Me quedé sin aliento, fue un error haber llegado a ese lugar, pero ya estábamos en problemas y no había otra opción que superarla.
en la noche, justo a las 3:33 se escucharon unos maullidos, el pánico se apoderó de mi, mi vientre se movía locamente, tome el rosario con todas mis fuerzas, sentía que una fuerza sobrenatural me jalaba hacia afuera, mi esposo trataba de sujetarme pero aquella fuerza era mucho mayor, cuando estaba a punto de cruzar la ventana vi a una señora flotando en el aire, con una sonrisa malévola, sentía que era mi fin; pero de pronto del rosario salió una especie de humo y aquella señora flotante empezó a dar movimientos agonizantes, yo nuevamente logre recuperar el control de mi cuerpo, pude ver como aquella señora se fue convirtiendo en polvo gracias al humo que había salido del rosario.
fue lo último que recuerdo, ya que al despertar estaba en el hospital, tuvieron que practicarme una cesárea urgente, ya que estaba a punto de perder a mi bebé, lo que recuerdo bien es haber visto a la anciana justo a mi lado, en la cama de aquel hospital, su sonrisa me llenó de vida cuando me dijo:
--Ya pasó, todo estará bien.
y poco a poco se fue desvaneciendo.
3 Años después de aquel suceso aún siento miedo de dejar a mi nena a solas, no se si en cualquier momento ocurrirá de nuevo, pero de lo que estoy segura es que aquella anciana está dispuesta a ayudarnos, aquel rosario ahora protege a mi niña y se que lo hará siempre.

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