Mamá, Subeme...

“¡Mamá!” Subeme

Mi hija de cuatro años está hablando con el espejo del baño otra vez. Me pone muy nervioso cuando hace eso.

Ya pasó un año desde que mi esposa murió por culpa de un ladrón, pero mi hija sigue hablándole.

Por la noches, la escucho decir:

“Buenas noches, mamá”.

En el parque también:

“¡Mírame mami! ¡Ya puedo con esto!”.

Pero lo peor es delante del espejo. Siempre repite lo mismo cuando está enfrente de él.

“¡Subeme! ¡Mami, Súbeme!” Mi hija solía decírselo a mi esposa para que la levantara.

Le he preguntado que dónde está mami y me ha llevado hasta el baño y señalado el espejo con una sonrisa. Le he dicho que ahora mamá está en el cielo, pero solo me mira confundida y vuelve su mirada al espejo.

Ya empieza a preocuparme muchísimo. -Qué es lo que está viendo?. Tiemblo cuando pienso en ello..

Hoy he perdido a mi niña. No ha muerto, no ha ido a la calle… pero la he perdido. La escuche hablando con el espejo como siempre.

“Subeme, Mamá, subeme!” y de repente alguien dijo

“Ya voy”

Mi hija respondió; “¿Puedo ir contigo?”

Corrí rápido hacia el baño, justo a tiempo para ver a mi hija ser levantada por unos brazos y desaparecer dentro del espejo, llevaba una sonrisa dulce en sus labios.

Todavía sigo frente al espejo.

Me quedaré el tiempo necesario. Tan solo deseo que ella pueda oír mi súplica.

“Por favor, por favor amor, llévame también contigo.”