El castigo.
Apretó su cara como si exprimiera una sandía y la sangre brotó. De su ojos emergieron lágrimas pero esto no lo detuvo. El otro sujeto lo retuvo y varias patadas consecutivas le fueron propinadas en el estómago. El dolor fue hondo y sordo. Un gemido parecido al graznar de un cisne salio de su boca y a duras penas pudo murmurar.
- Detente, por favor-
Un golpe de bate de beisbol hizo que su cabeza diera una vuelta rapida, cayendo pesadamente contra el cemento caliente.
-Traelo-
El otro sujeto lo tomó desde las axilas y lo arrastró hacia el terreno baldío que estaba entre dos casas abandonadas donde agonizaban alcohólicos y drogadictos. Al fondo, donde se llegaba despues de atravezar maleza y zarza llegaron a una pequeña bodega carcomida desde hace siglos. Tiraron al sujeto en las viejas tablas. Colocaron su cuerpo de espalda al suelo y parecido a una crucifición, comenzaron a clavar sus manos al piso.
- aggg...por favor- su agonía era demencial. Queria escapar. Irse de ahi. No recordaba porque esta ahi. - Que hago aqui por Dios-
Solo recordaba miradas de odio, que se lo merecia, que esto era justicia, recordaba dolores de cabeza como rayos eléctricos.
Los hombres al terminar de clavar totalmente su cuerpo al suelo lo miraron sonriendo. Uno de los hombres avanzó para irse, mientras el otro le tapó la boca con la mano y le dijo:
- Deja de gritar, estas muerto. ¿No lo habías notado? Sonrió diabólicamente y con una voz profunda y con un eco insoportable le gritó:
-¡¡Esto solamente es el comienzo- Este es el infierno, este es tú castigo eterno por abusar de mujeres y niñas!!.
0 comentarios:
Publicar un comentario