Segunda parte de mi historia para quienes lo pidió
Segunda parte de mi historia para quienes lo pidió, después de 6 meses de subir a mi cuarto a las 7pm y no bajar, de hacerme del baño, de no cenar, con tal de no ver al señor de la mecedora, me cambiaron de cuarto al piso de hasta abajo, las primeras tres noches dormí con tranquilidad, pensé que estaría seguro de ya no tener que pasar y ver como la mecedora se movía y el sonido del radio, recuerdo que fue un viernes que me desvele, por fin podía dormir tarde sin el miedo que me fueran a tocar la puerta, estaba viendo una pelicula hasta tarde, como tipo 12-1 de la mañana, cuando empece a escuchar la misma risa de antes, una risa que en cuanto la escuche me llene de pavor, empece a temblar y querer cerrar los ojos y por dentro estaba diciendo, no por favor no, aquí no, no me sigas déjame en paz, solo escuche la risa y ya no escuche nada hasta que de miedo me quede dormido, al segundo día con temor me quede despierto, no paso nada, al tercero tampoco, hasta el cuarto día, volví a escuchar la risa de nuevo, pero ahora escuchaba los pasos de esas botas que me aterraron y paralizaron la primera vez, escuchaba cada paso, como cada sonido era más y más cerca de mí, hasta que llego a mi puerta, y de repente se escucho una moneda caer, y pum, desapareció mi miedo, y pude dormir a gusto, paso una semana hasta que de nuevo me visito, escuche el radio, las botas, pero ahora escuchaba la respiración por fuera de mi puerta y la manija de la puerta, quería abrirla, estaba desesperado por abrirla, yo llorando de miedo, gritaba, por favor déjame ,lárgate, yo no se que quieres de mi, el solo reía y me decía, porque te escondes? mientras se reía, era una risa diabólica, te llenaba de terror el solo escuchar, han escuchado las risas de los payasos diabólicos de las películas? Si? Pues era peor,mil veces peor, acompañado de la manija de mi puerta, la respiración y el sonido de radio de fondo, cuando logre ver como el seguro volteo y la manija dio vuelta, cerré los ojos con mucha fuerza, y solo escuche buu, te encontré y un soplido, caí desmayado, al otro día con temor hasta de día, en el desayuno familiar yo con temor, desvelado, pálido y sin creer que sea lo que haya sido me seguía comenta mi tío, hijo, con cual de tus primos juegas en la noche? Yo sacado de onda y esperando que fuera mentira le digo, con nadie tío porque? Y dice, es que cada noche veo como pasa alguien a tu cuarto, escucho los pasos de unas botas, solo que no quería preguntar quien era para no despertar a tu tía, pero siempre lo veo pasar, le pregunto, diario? Me dice: Si, diario.
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