Actualmente tengo 43 años, siempre sentí qué parte de mi pasado lo había olvidado
Actualmente tengo 43 años, siempre sentí qué parte de mi pasado lo había olvidado; no recordaba parte de mi niñez y parte de mi adolescencia, había fragmentos de mi vida que se habían borrado totalmente. Siempre me pregunté porque... No recordaba esos lapsos de tiempo, es como si tuviera una lagunas mentales, que me impedían recordar cosas de mi pasado.
Un día, por mi trabajo, tuve necesidad de salir fuera de la ciudad, y me hospede en un hotel, en el cual había un espejo justo frente de la cama, en un espejo enorme, intenté conciliar el sueño, pero el insomnio me comenzó a invadir.
Mientras trataba de dormir miraba al espejo en la oscuridad, y comencé a mirar sombras dentro de él, como si algo se levantará, como si alguien golpeara el vidrio del otro lado; me exalte de sobremanera; ¡De un brinco me levanté de la cama! inmediatamente, prendí la luz viendo tan sólo en mi reflejo asustado, esto obvio me quitó aún más el sueño, pero tenía que descansar, ya que el día siguiente tenía que ir a llevar papelería de mi trabajo, y tenía que estar fresco; volví a apagar la luz y tome mi lugar en la cama. Y quedé profundamente dormido.
Comencé a soñar que estaba parado exactamente enfrente del espejo, pero mi reflejo no imitaba mis movimientos, tal pareciera una ventana o una puerta en lugar de un espejo; entonces mi reflejo comenzó a gritar pero yo no la escuchaba, mi portafolio de encontraba en el buró, mi reflejo fue hacia el portafolio sacando mi libreta de apuntes, y escribió en ella: déjame salir, Yo soy el real tú eres el reflejo y quiero salir de aquí.
En la siguiente hoja escribió: yo recuerdo todo mi pasado, tú no lo recuerdas porque no lo viviste, sólo recuerdas lo que yo te reflejaba. Y me reiteró en la siguiente hoja: déjame salir.
Al día siguiente me desperté muy temprano, totalmente descansado.
Me dirigí al trabajo, ya más tranquilo, al llegar al trabajo, abrí mi portafolio, y vi que mi libreta tenía el bolígrafo en medio, y al abrir, encontré las palabras que mi reflejo había escrito; con nerviosismo pedí una pausa para ir al sanitario, llevé mi libreta, y me plante frente al espejo, tome la libreta y mostrándole las palabras que él había escrito, mi reflejo comenzó a llorar, asentándo que sí con la cabeza.
Tomé la libreta y también escribí en ella, mostrándole mis líneas, que decían:
AHI TE VAS A QUEDAR.
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