Aspergilosis
Aspergillus es un moho de distribución ubicua que provoca
alergia (aspergilosis broncopulmonar alérgica) en personas
previamente sanas y sinusitis grave, neumonía y enfermedad invasiva en individuos inmunodeprimidos.
Los factores
de riesgo más importantes para la aspergilosis son la neutropenia y el uso de corticoesteroides.
La especie patógena más
importante de este género de hongos es Aspergillus fumigatus.
Patogenia.
Las especies de Aspergillus se transmiten por vía
aérea en forma de conidios, siendo el pulmón la principal
vía de entrada.
El pequeño tamaño de las esporas de A. fumigatus,
comprendido entre 2 y 3 jxm, les permite alcanzar los alvéolos.
Los macrófagos alveolares reconocen el hongo mediante
TLR2 y la lectina dectina 1, que reconoce el 3-1,3-glucano que
queda expuesto tras el hinchamiento de los conidios.
Estos
receptores activan los fagocitos para que ingieran y destruyan
los conidios. Cuando el paciente está inmunodeprimido, los
conidios pueden germinar y dar lugar a hifas que invaden los tejidos.
Los TLR reconocen algunos compuestos presentes
en las hifas, y desencadenan una respuesta en que se liberan
mediadores proinflamatorios, como TNF-a, IL-(3 y quimiocinas. Los neutrófilos producen compuestos reactivos derivados del oxígeno que matan las hifas.
La aspergilosis invasiva
está estrechamente relacionada con la neutropenia y con cualquier otra alteración de los neutrófilos.
Aspergillus produce diversos factores de virulencia, entre
los que se encuentran adhesinas, antioxidantes, enzimas y
toxinas.
Las paredes celulares de los conidios están formadas
por (3-1,3-glucano y galactomanano, pudiéndose analizar ambas
moléculas en suero como marcadores de capacidad invasiva.
Estos conidios se pueden unir a fibrinógeno, laminina, complemento, fibronectina, colágeno, albúmina y proteínas surfactantes, pero no se conocen detalladamente las interacciones entre
receptores y ligandos. Aspergillus produce diversas sustancias
que le protegen del ataque oxidativo, como pigmento de melanina, manitol, catalasas y superóxido dismutasas.
El hongo produce también fosfolipasas, proteasas y toxinas, pero no se sabe
exactamente qué aportan al potencial patógeno del organismo.
Hay especies de Aspergillus que crecen en la superficie de los
cacahuetes y producen aflatoxina, un compuesto cancerígeno
que puede ser causa de cáncer de hígado en Africa.
La sensibilización a las esporas de Aspergillus produce alveolitis alérgica.
La aspergilosis broncopulmonar alérgica asociada a hipersensibilidad originada por la colonización superficial
de la mucosa bronquial es frecuente en pacientes con asma.
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