Esta historia me sucedió hace 4 años aproximadamente.
En ese entonces yo salía con un chico el cual al llevar poco tiempo de novios, me invito a su casa a que conociera a su familia, lo cual se me hizo un poco precipitado pero acepte.
Recuerdo que en fechas de noviembre ya que se comenzaba a sentir el frío, llegamos a su casa y estaban sus hermanas, su mama llego después.
Yo observe que la señora traía una bolsa negra de plástico, me saludo y me dijo que la disculpara por no estar cuando habíamos llegado, pero que se había tardado porque había ido por mi regalo.
A mi me pareció sumamente extraño y al parecer ella noto mi cara y me dijo: -Ay, es que me emocione porque mi hijo nunca había traído nadie a la casa entonces te compre esta muñeca, sólo que le pusieron el cabello y como no me la habían entregado, fui por ella de una vez-.
Yo me sorprendí aún más pero para no ser grosera, le dije que muchas gracias.
Llegue a mi casa y coloque a la muñeca en un mueble donde tenía mi tele, ese mueble daba justo al pie de mi cama, en varias ocasiones me despertaba sin motivo alguno y lo primero que veía era la muñeca.
Sentía esa extraña sensación de que me estaba observando mientras dormía.
Cabe mencionar que la muñeca era de las que tienen el cuerpo de trapo pero gorditas, que la mayoría de ellas traía un vestido de cuadros rojos con negros tipo de secundaria, la cara era de porcelana y el cabello era rubio como el de cualquier otra muñeca.
Yo no le tome importancia, el tiempo paso y comenzaron a suceder cosas extrañas en mi casa, estaba yo sola y en la cocina se escuchaba que aventaban fichas o el rallador del queso lo aventaban desde la cocina hasta la sala.
Así como también se caían las cosas de manera muy extraña, yo seguía sin prestarle mucha atención, hasta que las cosas comenzaron a pasar los límites y mi familia comenzó a notarlo también.
Mi papa que es muy escéptico y esa noche nos sorprendió que nos contara que por la tarde estaba comiéndoselo unas tostadas, viendo la tele y sintió que algo aventó su mano, haciéndole que le cayeran las tostadas en la cara.
Se sentía un ambiente muy tenso en la casa como sí alguien te observara, era muy incómodo, así siguieron pasando cosas extrañas en la casa, llego el punto que mi hermano y yo nos dormíamos juntos con el foco prendido.
Un día estaba yo viendo la tele cuando sentí que alguien me golpeo en la cabeza, no me pude mover del miedo solo le grite a mi mama y fue cuando decidimos tirar la muñeca, mi papa se la llevo en la cajuela y ya ni le quise preguntar que le hizo.
Después bendijeron la casa y se calmaron las cosas. Nunca supe donde compraron la muñeca y ese motivo tan raro de regalármela. Desde ese día pienso en que es verdad que los juguetes pueden guardad espíritus.