Era un hombre vestido de charro
Hola, buenas noches.
Lo que voy a relatar sucedió hace 20 años, en aquel entonces yo tenía 15 años y me daba mucho coraje que mi mamá no me dejaba ir a los bailes.
Yo casi no salía, pues mi mamá era muy conservadora en ese entonces yo tenía una amiga en la secundaria, y me dijo que la invitaron a una boda no muy lejos de donde vivíamos, yo le dije a mi no me dejaban ir, y me dijo que más vale pedir perdón que permiso.
Lo pensé y le dije que estaba bien que pasara por mi el sábado y así quedamos con otros amigos y amigas en total éramos 7 cuatro hombres y tres mujeres.
Se llegó ese día, llegaron por mi ya pasadas las diez, pues tuve que esperar que mi mamá y mi hermana mayor se durmiera, a mi me daba coraje pues mi hermana mayor 4 años que yo no me sacaba decía que mi momento se llegaría y por eso le tenía coraje.
Bueno pues acomode mi cama con unas almohadas y me salí por la ventana mis amigos algo desesperados me decían apurate ya empezó.
Nos fuimos caminando por la carretera y nomas nadie los dio un aventó así caminamos casi una hora ya las chicas algo cansada pero con la ilusión de llegar y disfrutar el baile.
Al llegar estaba el baile a mas no poder luego, luego llegamos bailando y no faltó quien nos ofreció bebidas, las mujeres no queríamos tomar pero dijimos ya que sea el pecado completo y así seguimos.
Nos turnabamos para bailar con los compañeros que en un abrir y cerrar de ojos ya casi nos daban las tres de la mañana, Saul nos dijo que era hora de irnos y en esa estábamos cuando uno de los invitados nos dijo que era temprano que el nos llevaba a donde vivíamos y nos dio otras bebidas.
Cabe mencionar que la fiesta era en las orillas lejanas del rancho y caminando llegaríamos ya muy de madrugada a lo que insistió Saul y Adán, yo dije esta bien pero Ana y Sofía decían otro rato.
De ahí el muchacho me sacó a bailar y yo como lo vi muy guapo no perdí la oportunidad, solo baile una pieza pues pensó que estaba tomada y me quiso manosear cosa que no permití y nos empezó a gritar a mi y amigos que si no nos íbamos ya no mediria consecuencias.
Eramos muy chico y el ya pasaba los 20 años y mis amigos eran de nuestra edad y que salimos corriendo cuando sacó tamaño pistolon dijimos patas para cuando son.
En escasos 15 minutos estábamos cerca de la carretera y ni pasaba ni un bendito carro era toda oscuridad los muchachos nos tomaron de la mano y así en fila empezamos a caminar.
Se empezó a soltar el viento que calzaba hasta los huesos y las chicas y yo temblando Adrián se quito su suéter y me lo dio ya que yo con las prisas ni me había puesto suéter, al poco rato de caminar se escucharon pasos de un caballo.
Creímos que era el muchacho del rancho y volteamos asustados pero no fue así, era un hombre vestido de charro se le veían bien claros todos los botones de su traje y con su sobrero le tapaba la mitad de la cara solo se le miraba de la nariz hasta su boca y mentón.
Nos quedamos helados y sonrió con unos dientes parejitos y cosa rara por pues entre lo oscuro se le notaron bien, y con una voz fuerte y ronca nos dijo a Ana y a mi señalando que nos subieramos con el, Saul contestó.
No gracias señor ellas vienen con nosotros, y de nuevo a correr nos traía bien cortitos y nos aventaba golpes con el fuete de su caballo como pudimos y pensando en Dios se nos perdió, pero ya no sabíamos ni por donde andábamos.
Ana ya sin un zapato pues con la carrera lo perdió y así seguimos para esto dijo Adrián que eran las 3:05 am y diciendo eso oímos una voces yo grite que alguien nos ayudara y que vemos a un ser chaparrito y lo raro que traia puestas unas zapatillas doradas.
Sus ojos eran tan feos que nos pusimos a gritar y de nuevo a correr hasta meternos por las aguas negras de drenaje y el ente corriendo tras de nosotros yo lloraba y pedía perdón a mi mamá diciendo que ya no desobedeceria y mis amigas llorando y dos de nuestros amigos igual llorando.
Saul decía callense y mejor oremos pero que nos salen unos perros y ya ni como rezar seguimos corriendo sin soltamos de la mano, vinos luces y supimos que ya íbamos llegando a nuestra colonia.
Mi casa era de las de la entrada como pudimos llegamos gritando, salió mi mamá y dijo enojada donde andabas y que me da una cachetada que fue la mejor de mi vida pues yo le decía si madre pegue me lo meresco mis amigos se metieron pronto y le empezamos a contar a mi hermana y madre, ella con burla dijo miren lo que les pasó pero lo bailado quien se los quita.
Ese madrugada todos nos quedamos en la sala pues mis amigos hablaron con sus padres y dijeron que se irían en la mañana.
Ya ni pudimos dormir estábamos todos asustados cuando eran las 7 de la mañana llegaron los padres de Ana y el señor entró con su cinturón y le dio dos cinturónasos y así fueron llegando cada uno de los padres de ellos.
Solo por Sofía no llegó su madre pues le dijo que sí le gustaba la calle, que calle le iba a dar, ahí estuvo hasta que fue su abuelita por ella 2 meses después.
Hasta la fecha tengo contacto con mis compañeros de la secundaria y ahora solo lo recuerdo como una mala experiencia y todo por desobedecer.
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