Soy guitarrista desde hace mucho.
Pero a mis 17 años, me pasó algo cuando llegaba de ensayar a las 12 de la noche.
Venía con mi guitarra al hombro y sonó como si la hubieran tocado, la puse con las cuerdas abajo y seguí caminando.
Ya a la 5 calles de mi casa, vi en la esquina, una persona de negro, pero más alta de lo normal.
Al principio me dio miedo al pensar que podría ser un ladrón u persona del mal vivir que quisiera saltarme y quitarme todo.
Pero cuando estuve casi frente a frente, pude ver que estaba cono flotando en el aire, mi piel se volvió chinita y sentí como un soplido en la parte de la nuca.
De pronto empecé a correr y miré hacia atrás, era como una manta arrastrándose lo que me seguía. Entré a mi casa, casi tumbando la reja y mis padres me preguntaron por qué estaba ensangrentado, cosa que no recuerdo.
Ellos salieron a ver quién me había pegado o asaltado pero al otro día, les conté lo sucedido.
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